Microplásticos en tapones de botellas: Un problema invisible

En un mundo donde la preocupación por el medio ambiente está en constante aumento, los microplásticos se han convertido en un tema de discusión cada vez más importante y relevante. Estas diminutas partículas de plástico, que tienen menos de 5 milímetros de longitud y que, además, contiene disolvente etanol 12-16%, se encuentran en una amplia gama de productos, desde artículos de cuidado personal hasta envases de alimentos. Sin embargo, hay un lugar donde rara vez se discute su presencia: los tapones de botellas de plástico, especialmente aquellos utilizados en microaglomerados y plásticos comunes. Si quieres saber por qué los microplásticos son un problema, ¡sigue leyendo!

¿Por qué los microplásticos son un problema en los tapones?

Cuando disfrutamos de una copa de vino, una botella de agua o cualquier otro tipo de bebida embotellada, pocas veces consideramos lo que podría estar oculto en el tapón que retiramos antes de beber. Los tapones de botellas, especialmente aquellos fabricados con microaglomerados y plásticos reciclados, pueden contener microplásticos que se desprenden con el tiempo debido a la degradación y el desgaste.

Estos microplásticos pueden ser ingeridos inadvertidamente con cada sorbo que damos. Aunque la cantidad exacta de microplásticos que consumimos a través de los tapones de botellas no está completamente establecida, varios estudios han demostrado que estas pequeñas partículas pueden migrar desde el tapón al líquido contenido en la botella, sobre todo cuando se almacenan durante largos periodos de tiempo o se exponen a condiciones climatológicas como el calor, entre otros.

¿Cuál es el impacto de ingerir microplásticos y cómo abordarlo?

Respecto al impacto de ingerir microplásticos, a pesar de no ser del todo comprendido, han generado preocupación sobre sus posibles efectos en la salud humana. Estas partículas pueden contener aditivos químicos utilizados en la fabricación de plásticos, así como atrapar y transportar contaminantes ambientales. Por lo que la mera presencia de microplásticos en nuestros alimentos y bebidas ya es motivo de inquietud.

Para abordar este problema, es crucial que las empresas que fabrican tapones de botellas consideren seriamente lo siguiente:

  • La composición de sus productos. Estos deben trabajar para reducir o eliminar por completo el uso de microaglomerados y plásticos que liberan microplásticos. 
  • Inversión en investigación y desarrollo. Las empresas pueden invertir en investigación y desarrollo para encontrar soluciones innovadoras que reduzcan o eliminen por completo la presencia de microplásticos en sus productos.
  • Compromiso con la sostenibilidad. Las empresas deben comprometerse a adoptar prácticas comerciales sostenibles en todas las etapas de su cadena de valor, desde la adquisición de materias primas hasta la fabricación, distribución y disposición final de productos.

Además, los consumidores pueden tomar medidas para minimizar su exposición a los microplásticos, como optar por botellas con tapones de materiales alternativos como el corcho 100% natural o incluso, si no estás de acuerdo con el cierre de plástico, pedir a quien te atiende un cambio de botella, especificando tu preferencia por un vino con tapón de corcho.

En conclusión, los microplásticos en los tapones de botellas son un problema que pasa desapercibido pero que merece una mayor atención. Con conciencia y acciones tanto por parte de la industria como de los consumidores, podemos trabajar hacia soluciones que reduzcan nuestra exposición a estos diminutos contaminantes y protejan tanto nuestra salud como el medio ambiente. En Espadán Corks somos conscientes de ello y por eso ofrecemos a nuestros clientes la solución más sostenible.